En nuestra vida diaria estamos continuamente tomando decisiones, muchas veces sin darnos cuenta. Desde qué ponerse, cómo calentar el agua para el desayuno, qué comer, cómo llegar al trabajo, cómo hacer las compras, cómo iluminar la casa, cómo tirar la basura, etc. Generalmente no tomamos las decisiones basados en criterios de eficiencia energética o en la salud del medio ambiente…
La buena noticia es que estamos a tiempo de cambiar nuestros hábitos y colaborar con el medio ambiente, ya que el efecto de la suma de estas pequeñas o grandes decisiones son esenciales para nuestro presente y futuro.
Adoptando simples pautas de conducta todos y cada uno de nosotros logramos reducir sustancialmente nuestro consumo de energía sin resignar el confort al cual estamos acostumbrados.
Consideramos dos aspectos principales:
El primero es utilizar la energía actual en forma eficiente, es decir maximizar el resultado con una cantidad dada de energía.
El segundo utilizar las energías renovables que nos proporcionan el sol, el agua, el viento, y la biomasa.
El interés y la demanda acelera la innovación del progreso tecnológico: La clave es el “interés” y para que haya interés, se debe generar conciencia ecológica, que es lo que queremos lograr en este blog.
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